Las actividades que se diseñan para realizar con el alumnado fuera del aula suelen estar orientadas a la consecución de un objetivo técnico que complemente el currículo trabajado en el aula. Si bien eso es muy adecuado, a veces se quedan un poco de lado aspectos transversales que van más allá de la formación académica, y que contribuyen a la construcción integral de los alumnos/as. El pasado 10 de abril tuvimos la oportunidad de ser “impactados” por una de estas actividades: “Road Show, sobre ruedas”. Y digo bien, impactados, aunque muy positivamente, dicho sea de paso.
Este road show se celebró a través de un encuentro intercentros en el Auditorio Maestro Padilla de la capital. El IES Alhamilla fue representado por los dos cursos de grado medio de Actividades Comerciales, de la Familia Profesional de Comercio y Marketing. Sin duda, un alumnado joven y muy expuesto a los riesgos derivados de conductas arriesgadas en materia de seguridad vial, sobre las que el citado programa pretendía alertar. Esta acción formativa-informativa fue desarrollada por AESLEME (Asociación para el Estudio de la Lesión Medular Espinal), centrándose en destacar una serie de aspectos preventivos como las consecuencias del consumo de alcohol en la conducción, el uso del casco y del cinturón de seguridad, la velocidad, etc… La escenificación del acto fue brillante, conduciendo a todos los presentes por un carrusel de emociones del que nadie podía apearse: desde un desenfadado comienzo, escenificado por una situación de fiesta interpretada por dos jóvenes actores, en la que se restaba importancia al hecho de beber alcohol y tener que conducir. Para, a continuación, de manera abrupta, mostrar las consecuencias de esa negligente decisión a través de los testimonios de un bombero (con la experiencia de dramáticas excarcelaciones en accidentes de tráfico), un sanitario del servicio de UVI móvil del 061, un agente de policía local (narrando la madrugada que tuvo que visitar el domicilio de un accidentado para avisar de los hechos a su familia…). Terminando con el testimonio estremecedor de una víctima de accidente de tráfico que terminó en silla de ruedas, de por vida, regalándonos al auditorio la segunda oportunidad que él no tuvo, la oportunidad para decir “NO al alcohol si hay que conducir”.
Las caras de los chicos/as lo decían todo, sobraban las palabras. Duro, sí, pero necesario para tomar conciencia y modificar comportamientos… que a lo mejor les cambian la vida, para bien, a algunos de nuestros alumnos/as. El mejor resumen de la jornada lo ponen precisamente ellos: “me ha hecho que valore más la vida y la de los demás” (A. Alonso), “sentí intensamente la fragilidad de la vida y la gran importancia de valorar a mi familia” (E.M.R), “sentí una profunda admiración por su valentía y compromiso con los demás al contar sus historias”, en referencia al último ponente, (A.A.Tonato), “fue una experiencia inolvidable, que nos abrió los ojos a muchas personas” (H. Tripiana), “es el tipo de charla que cambia tu forma de pensar”, “me ha hecho sentir bastante vulnerable por los peligros que hay en la carretera, aunque no los veamos”, “en el borde del abismo, la conciencia se vuelve el más valioso salvavidas” (A, Enciso).
